
Cómo preparar y diluir un medicamento
Diluir un medicamento puede parecer una tarea intimidante al principio, especialmente si es tu primera vez. Pero no te preocupes: con la técnica adecuada y un poco de práctica, verás que no es nada del otro mundo.
En este artículo vamos a desglosar, paso a paso y de forma sencilla, cómo preparar y diluir un medicamento para su aplicación intramuscular, utilizando agua inyectable y una jeringa.
Este procedimiento es común en muchos entornos de atención médica, así que si eres estudiante de enfermería o simplemente estás aprendiendo, este contenido te será muy útil.
¿Por qué es importante diluir correctamente un medicamento?
Diluir un medicamento no es solo una formalidad. Es una parte crítica del procedimiento porque:
- Asegura que la dosis sea precisa y que el medicamento se administre de forma efectiva.
- Reduce el riesgo de dolor o reacción en el sitio de aplicación.
- Evita accidentes como derrames, contaminación o mala absorción del fármaco.
Y sí, una inyección intramuscular mal diluida puede provocar desde una simple molestia hasta complicaciones más serias.
¿Qué necesitas para diluir un medicamento?
Vamos por partes. Antes de iniciar, asegúrate de contar con:
- Una jeringa estéril, preferiblemente de 3 o 5 ml.
- Aguja intramuscular adecuada (consulta siempre el calibre recomendado para el tipo de medicamento).
- Agua inyectable estéril (nunca uses agua corriente).
- Algodón y alcohol etílico al 70%.
- El medicamento que vas a diluir.
- Tus manos lavadas clínicamente. Aquí puedes repasar cómo hacer un lavado de manos clínico.
Paso 1: Verifica la información del medicamento
Antes de abrir cualquier frasco, es esencial leer la etiqueta. Suena obvio, pero es común pasar por alto detalles importantes:
- ¿Cuántas unidades contiene el medicamento?
- ¿Ya viene premezclado con agua inyectable?
- ¿Cuánto volumen deberías aplicar por dosis?
Por ejemplo, algunos medicamentos dicen contener 800,000 unidades, pero al leer bien, te das cuenta que 600,000 unidades son de un componente y 200,000 de otro, con 2 ml de agua inyectable ya incluidos.
Aun así, nunca te fíes al 100% del volumen premezclado, ya que puede variar.
Paso 2: Prepara el equipo
- Lávate las manos utilizando la técnica clínica.
- Verifica que la jeringa esté en buen estado. Asegúrate de que el émbolo se mueva con suavidad y la aguja esté correctamente colocada.
- Nunca coloques la jeringa sobre superficies, por muy limpias que parezcan. Siempre mantenla en tu mano o sobre un campo estéril.
- Sujeta el capuchón con la mano no dominante, entre el dedo índice y el medio, para tenerlo a mano sin que toque nada.
Paso 3: Carga el agua inyectable en la jeringa
Toma la ampolla de agua inyectable y:
- Rompe la punta (si es de vidrio) o retira la tapa si es de vial.
- Introduce la aguja en el agua y aspira lentamente los mililitros necesarios.
- Una vez cargada, vuelve a colocar el capuchón sin apoyar la aguja en ninguna superficie.
Consejo práctico: Si usas viales múltiples, asegúrate de desinfectar el tapón de goma con alcohol antes de insertar la aguja.
Paso 4: Asepsia del frasco del medicamento
Sí, el frasco también necesita cariño. Haz lo siguiente:
- Retira con cuidado la tapita metálica del frasco.
- Desinfecta la superficie de goma con un algodón impregnado de alcohol.
- No soples ni agites el frasco, deja que el alcohol se evapore solo.
Este paso es crucial. Saltarlo podría llevar a una contaminación del contenido. Más vale prevenir que lamentar, ¿verdad?
Paso 5: Inyecta el diluyente en el frasco
Ahora viene el momento clave:
- Toma la jeringa con agua inyectable.
- Retira nuevamente el capuchón con cuidado (recuerda: nunca sobre una mesa).
- Introduce la aguja por el tapón de goma del frasco.
- Inyecta el agua lentamente presionando el émbolo.
Este paso ayuda a crear presión dentro del frasco, lo que facilitará la siguiente etapa.
Paso 6: Mezcla el medicamento
Una vez que el agua está dentro del frasco, no agites violentamente.
¿Por qué? Porque se pueden formar burbujas y afectar la integridad del medicamento. Mejor:
- Rota el frasco entre tus manos suavemente.
- Inclínalo y haz movimientos circulares hasta que veas que todo se disuelve.
Algunos medicamentos diluidos adquieren una apariencia más lechosa. Eso es completamente normal.
Paso 7: Extrae el medicamento reconstituido
Ahora que todo está listo:
- Introduce de nuevo la aguja (si es la misma, asegúrate que siga estéril).
- Baja completamente el émbolo antes de aspirar.
- Sujeta la jeringa correctamente con una mano, y el frasco con la otra.
- Inclina el frasco y extrae lentamente todo el medicamento.
- Si ves burbujas, golpea suavemente la jeringa con el dedo y expulsa el aire lentamente.
Y sí, jamás encapes con una sola mano apuntando hacia ti. Hazlo con cuidado, usando la técnica de capuchón libre en mano.
Paso 8: ¿Ya está todo listo para aplicar?
Antes de aplicar la inyección intramuscular, recuerda:
- Verifica la dosis nuevamente.
- Comprueba que no hay burbujas.
- No compartas agujas ni jeringas, por nada del mundo.
Y si no sabes cómo se aplica la inyección, aquí te dejo una guía completa para que no haya dudas: Cómo poner una inyección intramuscular en el glúteo
¿Qué errores debemos evitar al diluir un medicamento?
Aquí una lista de errores comunes que podrían complicarte el proceso:
- Usar agua no estéril.
- Agitar el frasco en lugar de mezclar suavemente.
- Dejar la jeringa destapada sobre una superficie.
- Olvidar la asepsia del frasco.
- Extraer el medicamento de forma brusca.
Como ves, no son errores graves, pero acostumbrarse a las buenas prácticas desde el principio te va a ayudar muchísimo si estás en el mundo de la enfermería.
Conclusión: la práctica hace al experto
Diluir un medicamento parece complicado, pero como todo en enfermería, la técnica mejora con la práctica.
Siguiendo estos pasos, vas a poder preparar con seguridad cualquier fármaco que necesite ser diluido. Asegúrate de consultar siempre la ficha técnica de cada medicamento y, si tienes dudas, preguntar nunca está de más.
Si quieres seguir aprendiendo sobre técnicas y funciones dentro del área, no te pierdas este artículo sobre la enfermera instrumentista y su rol en el quirófano.
Y para seguir conociendo más especialidades y herramientas del día a día, échale un vistazo también a este otro sobre el código deontológico de enfermería y cómo aplicarlo en la práctica.
¿Listo para la próxima dosis de conocimiento?